Antonio Lázaro. El cub Lovecraft (Planeta, 2007)
Se acaba de publicar en el Perú El club Lovecraft, reciente novela del escritor e investigador literario español Antonio Lázaro, un thriller fantástico ambientado en la ciudad de Toledo de hoy. Se trata de la historia de Leonardo Pacheco, director de un club dedicado al estudio de la obra del escritor norteamericano Howard Philips Lovecraft (1890-1937). Ellos están en busca del Necronomicon, el mágico y misterioso libro que HPL menciona en varias de sus obras; pero tras el libro también están ciertas fuerzas malignas (cuyo emisario terrenal es un esquizofrénico asesino en serie) que quieren usarlo para destruir a la humanidad. Las fuerzas del mal y del bien se enfrentan en las cavernas sobre las que está edificada Toledo.
Se trata, pues, de una novela que intenta atrapar al lector con una trama que le resulte interesante y familiar, aunque para ello el autor haya tenido que renunciar a la originalidad. Hasta el título del libro remite a El club Dumas (1993), la novela de Pérez-Reverte con la que El club Lovecraft tiene demasiadas coincidencias. No obstante el antecedente literario, Lázaro se acerca más a la cultura audiovisual y masiva de hoy, y construye sus personajes a partir de modelos provenientes del cine, el cómic y el rock: los amigos del protagonista son descritos como "un Indiana Jones mesetario", un "Corto Maltés a la española" o un "Joey Ramone".
La opción por lo audiovisual es llevada al extremo por el autor, que en lugar de emplear recursos literarios simplemente apela (y no siempre con acierto) a la terminología propia de aquellos medios: "en un travelling descendente de su mirada". Peor aún, llega a remitirnos directamente a la película cuyos recursos quiere copiar: "todo al ralenti, a cámara lenta, como en Matrix o en una vieja película de Sam Peckinpah". Y se trata de efectos que, con un poco de creatividad, se pueden lograr con medios literarios, como se comprueba en las obras de Manuel Puig (1930-1990), pionero y referencia inevitable en este tipo de mixturas.
A pesar de nuestros reparos, El club Lovecraft es una novela que se lee con interés y que seguramente se convertirá en un best-seller. Al menos, esa parece ser la propuesta de la editorial Planeta, que ha lanzado simultáneamente esta edición peruana con la original española. Pero el verdadero destino de esta narración son las pantallas, ya sea la grande del cine o (más probable) la pequeña de la televisión.
Se acaba de publicar en el Perú El club Lovecraft, reciente novela del escritor e investigador literario español Antonio Lázaro, un thriller fantástico ambientado en la ciudad de Toledo de hoy. Se trata de la historia de Leonardo Pacheco, director de un club dedicado al estudio de la obra del escritor norteamericano Howard Philips Lovecraft (1890-1937). Ellos están en busca del Necronomicon, el mágico y misterioso libro que HPL menciona en varias de sus obras; pero tras el libro también están ciertas fuerzas malignas (cuyo emisario terrenal es un esquizofrénico asesino en serie) que quieren usarlo para destruir a la humanidad. Las fuerzas del mal y del bien se enfrentan en las cavernas sobre las que está edificada Toledo.
Se trata, pues, de una novela que intenta atrapar al lector con una trama que le resulte interesante y familiar, aunque para ello el autor haya tenido que renunciar a la originalidad. Hasta el título del libro remite a El club Dumas (1993), la novela de Pérez-Reverte con la que El club Lovecraft tiene demasiadas coincidencias. No obstante el antecedente literario, Lázaro se acerca más a la cultura audiovisual y masiva de hoy, y construye sus personajes a partir de modelos provenientes del cine, el cómic y el rock: los amigos del protagonista son descritos como "un Indiana Jones mesetario", un "Corto Maltés a la española" o un "Joey Ramone".
La opción por lo audiovisual es llevada al extremo por el autor, que en lugar de emplear recursos literarios simplemente apela (y no siempre con acierto) a la terminología propia de aquellos medios: "en un travelling descendente de su mirada". Peor aún, llega a remitirnos directamente a la película cuyos recursos quiere copiar: "todo al ralenti, a cámara lenta, como en Matrix o en una vieja película de Sam Peckinpah". Y se trata de efectos que, con un poco de creatividad, se pueden lograr con medios literarios, como se comprueba en las obras de Manuel Puig (1930-1990), pionero y referencia inevitable en este tipo de mixturas.
A pesar de nuestros reparos, El club Lovecraft es una novela que se lee con interés y que seguramente se convertirá en un best-seller. Al menos, esa parece ser la propuesta de la editorial Planeta, que ha lanzado simultáneamente esta edición peruana con la original española. Pero el verdadero destino de esta narración son las pantallas, ya sea la grande del cine o (más probable) la pequeña de la televisión.
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